Las organizaciones están conformadas por personas, las personas forman equipos y son los equipos los que hacen crecer a una organización, por lo tanto, aplicando coaching a las personas y los equipos que la conforman, se benefician las organizaciones.
El coaching en las organizaciones potencia la capacidad individual, lo que beneficia el logro colectivo.
Las personas que liberan sus capacidades y talentos realizan trabajos de mejor calidad, además favorece la integración de cada persona en los equipos, generando conductas compartidas, actuando como un gran equipo orientado a la obtención de las metas.
Cuando una persona adquiere una mejor comunicación y comprensión de sí mismo y de los demás la colaboración crece.
Las personas que liberan sus capacidades y talentos realizan trabajos de mejor calidad, además favorece la integración de cada persona en los equipos, generando conductas compartidas, actuando como un gran equipo orientado a la obtención de las metas.
Cuando una persona adquiere una mejor comunicación y comprensión de sí mismo y de los demás la colaboración crece.
El coaching facilita la adaptación al cambio al mostrar diferentes perspectivas de una situación, genera compromiso y retiene talento al comprender la sinergia de mutuo beneficio talento + empresa.
En los equipos gerenciales, el coaching promueve liderazgo positivo, del gerente tradicional al líder coach, ofreciendo un guía de motivación y compromiso para todo el equipo.
Un colaborador feliz consigo mismo, es más productivo, eficaz, impacta en su entorno de manera positiva y por ende genera mejores ambientes de trabajo.
En resumen, el coaching en las organizaciones potencia el talento de colaboradores y equipos, lo cual se traduce en mayor productividad, mejor clima laboral y retención de talento valioso.
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