Emociones en tiempos de crisis


emociones, bienestar, equilibrio
Durante esta pausa sin escribir, tuve la oportunidad de observar y reflexionar sobre cómo nos afectan las emociones, a cada uno de nosotros y  los que nos rodean.

Y es que con frecuencia, nos movemos en entornos que pueden resultar complicados en lo social, político, económico, laboral, familiar, en fin diferentes escenarios con diferentes situaciones que se acumulan y ante los cuales las emociones están como en una montaña rusa, cada día una emoción distinta y es así como pasamos del miedo a la rabia, a la alegría, a la tristeza, a la indignación, a la esperanza, al desconsuelo, e incluso en un mismo día llegamos a experimentar dos o tres estados de ánimo diferentes producto de nuestras emociones, por supuesto ante este vaivén emocional, difícilmente algún organismo lo aguanta sin resentirlo.

Y de repente, un día comienzas a despertar abruptamente a mitad de la noche, sientes que te falta el aire, que te ahogas, una sensación de angustia se refleja en tu estómago, tu corazón late acelerado como si quisiera salir del pecho, quizás te levantas, tomas aguas, puede que apliques una técnica de relajación hasta quedarte dormido, para despertar otra vez con la misma sensación.

Así una noche, dos noches, hasta que se agudiza…

Un día estas revisando las redes sociales, o cocinas, o conduces tu vehículo mientras tus pensamientos no dejan de hacer ruido, comienzas a sentirte mareado, con una opresión en el pecho, tienes taquicardia, te falta el aire, es como si flotaras fuera de tu cuerpo, todo se mueve en cámara lenta, tu presión arterial esta bajísima y en medio de la angustia te sientes peor, quizás te asustas, tus emociones necesitan explotar por algún lado, estas al borde de un ataque de nervios o quizás tienes una crisis de pánico y terminas llevándote un susto, sin contar con el mal rato que pasan los que están a tu alrededor.

Yo viví un susto de esos, afortunadamente en medio de mi confusión tuve la capacidad de identificar lo que estaba pasando y reaccionar. Mis emociones habían desbordado y tenía que estabilizarme. Aplique una técnica de rescate que aprendí cuando estudie primeros auxilios psicológicos y al recuperar la estabilidad aplique otras técnicas de mantenimiento hasta que logre sentirme bien por completo.

Después vino mi proceso de reflexión, ¿como llegue a este punto y comprometí mi salud de esta manera?... La respuesta es simple, soy humana y como a mí, a cualquiera le puede pasar, no somos invencibles ni invulnerables, y además en mi caso ignore la regla de oro: Permití que el entorno manejara mis emociones, no supe o no quise poner un stop a tiempo. Olvide hacer una parada para respirar y recuperar energías.

Somos pensamiento, cuerpo y emociones, lo que recibimos del entorno llega a nuestro cerebro y produce una emoción que genera alteraciones en nuestro organismo, si no sabemos canalizar eso entonces corremos el riesgo de somatizar, es decir, transformar la emoción en síntomas fisiológicos.

La información viene de afuera, la forma en que la procesamos y reaccionamos viene de nosotros mismos, por tanto las consecuencias de como nos influya el exterior, dependen de cada uno de nosotros

Lo importante de todo esto es que tuve la capacidad de reaccionar y corregir el camino. Entendí que debía poner límites. El problema no está en tropezar, si no en ser capaz de levantarse, sacudirse el polvo y seguir adelante aprendiendo de lo ocurrido.

Mi experiencia y posterior reflexión, me ha motivado a escribir la serie Primeros Auxilios Emocionales en Tiempos de Crisis, es mi manera de aportar y agregar valor a mi entorno e influir de manera positiva.

En esta serie compartiré tips, recursos y herramientas que podemos utilizar para recuperarnos y protegernos cuando el entorno nos sobrepasa, tanto en eventos críticos individuales como en eventos críticos masivos.

Me encantaría conocer tus experiencias al respecto, sugerencias y necesidades para enriquecer esta serie y aportar bienestar a nosotros mismos y nuestro entorno inmediato.

Para cerrar el post de hoy, les dejo esta reflexión que gentilmente me ha cedido el genial Master Coach Torcuato Manzo: “Invencible no es aquel que no ha sido derrotado una vez; y posiblemente muchas veces. Podemos dar este título a quien habiendo sido derrotado en diversas ocasiones ha tenido la fortaleza de ponerse de pie y comenzar de nuevo.”  @torcuatomanzo -  https://unmundodesuenos.com/2017/09/14/la-esperanza-fortaleza-del-invencible


¡Hasta la próxima!

Si te gusto comenta y comparte!



Comentarios