Desequilibrios emocionales por estrés continuado

emociones, bienestar

¡Hola! Aquí estamos de nuevo...


En el post anterior te hablé sobre las creencias, pensamientos, emociones y el rol que juegan en la emergencia emocional. También te di la primera técnica para armar tu Kit de primeros auxilios emocionales.

Para nuestro pesar, no solo están los casos conversados en el post anterior donde ocurre la explosión emocional, que ya bastante malo es para nuestro equilibrio físico y mental. Hay otro choque de creencias que es mucho peor, silencioso, ataca sin que te des cuenta y si no le prestas atención se apodera de ti. Y así es como te sientes alterado, molesto, triste, sin entender bien la razón y si no lo manejas adecuadamente, terminas en una crisis de ansiedad o de pánico y hablo por experiencia propia.

Hay algo que se llama sensación de certidumbre y no es más que sentirnos seguros tanto física como mentalmente. Nuestro mundo en perfecto orden divino. 

La certidumbre en principio no es una emoción. Para la mayoría de los seres humanos las emociones son la rabia, la alegría, la tristeza, el miedo, el amor, el asco, etc. Además de esas ya conocidas, también existen otras experiencias más sutiles, esas que hablan bajito, suave, suavecito…

Esas que pasan desapercibidas y que tienen que ver con las necesidades básicas, con esas que describe Abraham Maslow en los primeros peldaños de su Pirámide o Jerarquía de las necesidades humanas, esas que son primordiales para asegurar la existencia humana, esas que creías tener bajo control y cuya certeza te permite respirar tranquilo, dormir tranquilo y ocuparte de otras cosas más trascendentales en tu vida.

Esas necesidades que no echas de menos porque están seguras, esas que no son tan obvias o más bien que por ser tan obvias te has enfocado en resolverlas tempranamente para tenerlas seguras y nunca piensas que te faltarán y que de pronto, de una manera casi imperceptible comienzan a sentirse amenazadas. Es justo en ese momento cuando tu sensación de certidumbre se tambalea, cuando todas esas cosas que constituyen la base de tu pirámide de necesidades se ven amenazadas.

Solo que no sucede de una vez como en el caso de la explosión emocional. En este caso escuchas algo y eso te genera incomodidad, es una señal que no sabes definir. Luego ves algo, una foto o lees un tuit y aparece otra señal, luego revisas las noticias y la incomodidad va creciendo y así se van generando emociones silenciosas, pero están allí y se van acumulando…

En la medida que esas emociones se van acumulando nuestro malestar aumenta, es así como de repente te ataca el insomnio, te cuesta muchísimo conciliar el sueño y cuando al fin logras dormir, es un sueño sobresaltado, con despertares continuos o pesadillas. Puede que incluso te despiertes a mitad de la noche con sensación de angustia o falta de aire. Al día siguiente estas fatigado porque no lograste un verdadero descanso.

Te descubres apretando la mandíbula, cerrando los puños, contrayendo los músculos y después te sientes fatigado y con dolor en el cuerpo, en la espalda, en el cuello. Quizá te enojas por cualquier cosa, o sientes ganas de llorar, hasta que un día explotas…han sido muchos días o semanas acumulando tensión emocional.

Todo esto ocurre porque las emociones despiertan creencias, les dan forma, las modifican o las arraigan. Según nos dice el Psicólogo Holandés Nico Frijda:

“Construimos nuestro modelo de la realidad influidos por lo que sentimos”. 


Si nuestro modelo de creencias se ve afectado, nos sentimos amenazados y se va convirtiendo en una espiral de emociones que nos atrapa y afecta nuestra salud física y emocional.

Entonces, si comprendemos esta relación tan estrecha entre lo que percibimos, lo que pensamos y lo que sentimos, podemos encontrar maneras de atender estos ataques emocionales y suministrarle primeros auxilios.


¿Cómo atendemos esta emergencia emocional ante un ataque de ansiedad o pánico?

Si respirar profundo requiere mucho autocontrol, atender una crisis de ansiedad o pánico requiere aún mucho más y ese autocontrol comienza por el conocimiento.

En este caso (como en casi todos los que te estoy presentando) hablo desde mi propia experiencia, lo que a mí me ha funcionado, mis conocimientos como farmacéutico y lo que me he dedicado a estudiar para compartir responsablemente y ayudar a otras personas que lo necesiten.
Lo primero es identificar que efectivamente lo que te está ocurriendo es una crisis de ansiedad o pánico.

En mi caso comencé a sentir manifestaciones diferentes a lo habitual. Insomnio, sobresaltos, cambios de humor sin razón aparente, fatiga, sensación de ahogo, dolor de cabeza, de espalda. No les presté atención y luego de varios días de estas manifestaciones, finalmente colapsé me sentí mareada, con nauseas, no podía respirar y comencé a hiperventilar, la presión arterial bajó considerablemente…

Como antecedente puedo mencionar que eran días de mucha presión emocional para mí. En el momento me asusté mucho, luego logré identificar que eran los síntomas de un ataque de ansiedad.

Una técnica ideal para esta situación es la atención plena. Enfocarnos en el momento presente utilizando como punto de partida nuestra respiración. Si está agitada, regularla llevándola a un nivel acompasado y armónico, tal como vimos en el artículo anterior.

Podemos comenzar con varias respiraciones profundas inhalando y exhalando profunda y lentamente. Al sentir que ya está acompasada retomamos el ritmo normal de la respiración, nos enfocamos en seguir con nuestra atención el recorrido del aire desde que entra por nuestras fosas nasales, va a los pulmones y sale de nuevo.

Fijamos la atención en los movimientos de nuestro abdomen, de nuestro pecho, los latidos de nuestro corazón y buscamos normalizarlos y acompasarlos.
Mantén esta técnica el tiempo que sea necesario. Sin juzgarte, sin evaluarte, sin buscar explicación. Solo respira.

Si necesitas acompañamiento para hacer esta técnica, te dejo como obsequio un audio con la técnica guiada. Al final del articulo encontraras el link para acceder al audio, solo debes registrar tus datos.

Recuerda que esta es una técnica de primeros auxilios y funciona para el momento en que se genera la crisis emocional para ayudarte a manejarla, es decir, trata el síntoma, pero luego debes atender la base del problema e identificar lo que te dispara esa emoción.

Me encantaría conocer tu experiencia y como te va con el audio. Si lo deseas deja un mensaje en los comentarios y conversemos.

Si quieres saber más sobre este tema, no te pierdas mi próximo post donde hablaremos sobre el dolor emocional.





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Comentarios

  1. Me resultó agradable, interesante, y muy fluída la publicación, debido a que la misma está estructurada en párrafos concisos con ideas muy claras y bien organizadas. Las imágenes, encabezados, párrafos a color, preguntas que despiertan mi curiosidad, palabras claves en negrita, la pirámide de necesidades; son recursos muy bien manejados. Te felicito nuevamente por el espectácular dominio del tema y el magistral manejo de la comunicación que hace tan efectiva tu labor.
    Con el audio me sentí maravillosamente en paz, pude darme cuenta de que muchas partes de mi cuerpo estaban tensas. Creo que es una muy buena herramienta para controlar las crisis de pánico pero también creo que podrían aplicarse a diario para mantener el cuerpo relajado y practicar más el estado de consciencia. Gracias Justy por esa herramienta tan valiosa. Eres genial!



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