La Rumia Mental y técnicas para combatirla

Rumia mental, primeros auxilios emocionales


¡Hola! ¿Cómo estás?


En el post anterior conversamos sobre los pensamientos negativos y su impacto en nuestra salud física y mental.

¿Cómo andas de pensamientos positivos y negativos?

Muchas personas creen que los pensamientos positivos son suficientes para alcanzar lo que desean y se quedan en la “contemplación”. ¡Pues te cuento que eso es un súper mito!

El pensamiento positivo es un tema de “actitud”, es la forma como decides enfrentar los sucesos de la vida, pero eso no tiene nada que ver con la acción que debes generar para obtener resultados. Aunque ciertamente una actitud positiva te predispone a accionar de una mejor manera.

Cuando lo que está sucediendo es algo que te afecta de manera negativa, no puedes simplemente evadirlo o negarlo, después de todo eres un ser humano que siente y padece, no eres un robot. Lo que sí puedes hacer es decidir con qué actitud lo enfrentas.


Las vacas no dan leche

Una amiga me decía “Las vacas no dan leche, las vacas producen leche y tú tienes que levantarte a las tres de la madrugada y salir a ordeñarla”. Ciertamente esa es la acción y es inevitable si tienes la responsabilidad de ordeñar la vaca y no está en tus posibilidades cambiar de trabajo por el momento.

Cuando algo es inevitable tu no tienes posibilidad de cambiarlo, tienes la posibilidad de elegir cómo lo vives. Tú decides si ordeñas la vaca cantando para que colabore y te pasas el mejor rato posible, o si la ordeñas maldiciendo y renegando, la vaca te patea porque la estás tratando mal y pasas el peor rato posible.

Esta elección es válida para ordeñar vacas, para trabajar, para estudiar, para salir en un día lluvioso, para aguantar el tráfico y para cualquier otra acción o situación que no esté bajo tus posibilidades cambiar.

Si elijes la primera actitud, transitas el momento y a otra cosa mariposa. Si elijes la segunda actitud, no solo te amargas el momento, sino que se lo amargas a quienes te rodean y lo más probable es que pases el resto del día, quejándote, renegando de lo sucedido y de lo mal que te sientes. Entraste en el círculo de la Rumia Mental.


¡Cuánta razón tenía mi tía Nina!

Cuando estaba escribiendo este artículo, llegó a mi mente un dicho de la sabiduría popular que mi tía decía muchas veces cuando alguien estaba monotemático: ¿Vas a seguir con ese escaparate en el hombro?

rumia mental, primeros auxilios emocionales
Imagínate lo que significa estar llevando en tus hombros una carga muy pesada, que te impide avanzar y te genera malestar físico, cuando lo único que tienes que hacer para solucionar ese problema es soltarlo y seguir adelante livianito y sin cargas innecesarias.

Y es que la rumia mental tiene que ver con repetir varias veces una situación negativa que ha sucedido y que generalmente no tiene solución, sin embargo, le damos vueltas y vueltas en nuestros pensamientos generando una y otra vez el malestar que sentimos la primera vez. Es como si estuviéramos cargando un “escaparate” en nuestros hombros, sin dejar espacio para otras cosas porque estamos muy ocupados cargando algo que no nos aporta valor.

Si no estamos conformes con lo que hacemos, si las cosas no salen como esperábamos, si nos equivocamos o discutimos con alguien, si ofendimos o nos ofendieron, si fuimos víctimas de algún abuso o atropello, si hubo un accidente, si perdimos algo, en fin, son situaciones puntuales o hechos aislados que ocurrieron, que nos produjeron malestar y las representamos en nuestra mente en un ciclo sin final pensando: “Y si hubiese dicho, y si hubiese hecho, y si hubiese tenido”… y cualquier cantidad de “Y si tal cosa o si tal otra” ante una situación que ya no tiene vuelta atrás.

Cuando repetimos mentalmente una situación negativa, sin buscarle otro punto de vista o conseguirle una solución, estamos “amasando el malestar” y dejándolo alojado en cada célula de nuestro cuerpo, porque nuestro cerebro no diferencia si es un recuerdo o es una realidad que se repite, (recuerda que el mecanismo para percibir y recordar es el mismo).

El cerebro solo percibe la situación y genera la respuesta en forma de malestar, con las consecuencias que ya hemos mencionado.


¿Cómo me desengancho de la rumia mental?

Lo primero es tomar conciencia de que estás en un proceso de rumia, repitiendo una y otra vez la historia que te molesta.

emociones, desconectar la rumia mental
Luego para romper el ciclo negativo de rumia mental, lo mejor es distraer al cerebro con tareas saludables que requieren concentración tales como un sudoku, crucigramas, cubo rubik, dibujar, pintar, hacer mandalas, rompecabezas, etc.

Estudios respaldados por la PNL y Psicología Positiva, revelan que bastan unos pocos minutos de distracción para reducir la rumia mental.

Otra actividad que ayuda mucho es aterrizar el pensamiento repetitivo y darle su justo valor en nuestras vidas.

Hoy te dejo dos súper obsequios para que desconectes tu rumia mental:
  • Un mandala maravilloso para que te concentres en pintarlo y te desconectes del pensamiento repetitivo. Este mandala es cortesía de mi querida Ayurami que gentilmente accedió a esta colaboración. Te invito a seguir su trabajo en instagram @deamoryluz,  ¡¡Es excelente y te va a gustar!!

  • Un “Rumianómetro” para que pongas tus pensamientos en perspectiva.

Los puedes descargar en el espacio de recursos gratuitos. Te dejo el enlace al final de la página.

Recuerda lo que te digo siempre, esta es una técnica de primeros auxilios y funciona para el momento en que se genera la emoción para ayudarte a manejarla, es decir, trata el síntoma, pero luego debes atender la base del problema, identificar lo que te dispara la rumia mental y qué debes hacer para sanarla.

¿Y a ti como te va con la rumia mental? ¿Te atrapa con frecuencia?
Déjame tus comentarios, !Me encanta que me cuentes tus experiencias!

No te pierdas mi próximo artículo donde hablaremos del secuestro emocional y las técnicas para tratarlo que no deben faltar en tu Kit de primeros Auxilios emocionales





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Comentarios

  1. Gracias por este despertar. No sabía que este termino "rumia mental" existía. Y tengo ese escaparate también.

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    1. El primer paso es hacerlo consciente, a partir de allí seguimos creciendo. Gracias Ysa por tu comentario.

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  2. Este post me ha enseñado que si me sigo quejando de "mi suerte", lamentándome de mi realidad y permitiendo que mis miedos me paralicen, esa realidad siempre será la misma. Solo cuando yo asuma el control de mi vida y comande soluciones con seguridad, determinación, optimismo y planificación, lograré un cambio. Me encanta visualizar y decretar la materialización de mis sueños, pero es necesario mi accionar. Estoy feliz de haber logrado este aprendizaje. Una vez más, gracias.

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    1. Siempre es un placer leer como internalizas mis reflexiones. Eso es suficiente para motivarme a seguir escribiendo. Un gran abrazo.

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